john rocha

LFW DÍA 2: lo mejor de la pasarela londinense

dia2

 

El segundo día de la London Fashion Week fue un día de volúmenes, texturas y contrastes. En este post recojo las mejores colecciones presentadas.

SISTER BY SLIBING

La base de esta colección han sido las prendas de punto. Enormes bufandas enrolladas a los cuellos, gorros con pompones gigantes y vestidos hechos de punto muy grueso creando una textura parecida al pelo de oveja. En los pies veíamos zapatillas de deporte en blanco y en negro. El pelo se rizaba al máximo, a juego con las texturas de las prendas, creando una masa de cabellos enmarañados.

ISSA LONDON

Una mujer nómada que ha viajado por África y América. Una exploradora. Se cubre de pieles y lleva un estampado navajo que le hace juego con su sombrero masculino coronado con largas plumas. La colección experimentó con telas en tonos tierra de tejido jacquard blanco y negro, que adornaban los vestidos y faldas, y los audaces diseños geométricos de gamuza. Una mujer de mundo interesante y a la vez misteriosa.

JOHN ROCHA

Quizá la colección con más volúmenes fue la de John Rocha. Vestidos que aparentaban ser flores de seda superpuestas unas encima de otras. Los colores que más ha usado el diseñador han sido el verde musgo, el rosa pálido, el amarillo pastel y un negro envolvente.  Organza, seda, latex, mohair y capas y capas de un evidente trabajo artesanal.

HOUSE OF HOLLAND

Estampados psicodélicos de los 70. Azul, rosa, naranja y verde. Un contínuo baile de líneas que a más de un asistente ha debido de dar dolor de cabeza. Una colección llena de vida, diversión y fiesta. Cinturones, zapatos brillantes, joyas sobre jerséis, faldas lápiz y parkas de colores.Una auténtica inyección de alegría en la horizonte sombrío de Londres.

DAVID KOMA

Soplan aires futuristas. Siluetas estructuradas, piel esculpida y altas plataformas en los zapatos. Una colección que recuerda a esas películas antiguas en las que los años 2000 eran una época de robots y trenes sobrevolando el cielo. Lineas curvas en los cuellos de las chaquetas, texturas sorprendentes creadas a partir de la piel, la lana o el chiffon, todo ello adornado con cremalleras plateadas. Las prendas parecían auténticas estructuras arquitectónicas listas para llevar.